Introducción
Quiero
agradecer a mis patrocinadores, señor Fernando Rendón, Asociación Cultural El
Guapinol, por haberme brindado la oportunidad de participar con mi exposición
poética, ¨Palabra Fósil¨, tan importante evento, como el Festival Internacional
de Poesía de Medellín.
Cabe
mencionar los esfuerzos de la Asociación Cultural El Guapinol, Premio Nacional
de Costa Rica en Gestión y Promoción Cultural 2018 por su aporte a la cultura
de nuestro cantón, provincia y país.
La
Asociación Cultural El Guapinol, inició en el año 1993, dando un aporte en el
campo de las artes a nuestras escuelas de nuestro cantón Belén, grupos de
teatro, danza, música, literatura, pintura, apoyo a grupos de adultos mayores,
grupos de madres solteras, esto ha logrado un avance en nuestro cantón,
logrando que nuestra sociedad salga avante en diferentes tipos de proyectos,
que viene a favorecer el desarrollo cultural, económico y de integración social
a nuestro pueblo.
La paz como
recurso de supervivencia
Los
artistas siempre haremos la paz como recurso de supervivencia: aun así, estemos
en peligro o riesgo de perecer en manos de la tiranía, nos queda este refugio
como santuario y manifestación ante la indecorosa propuesta del mal, que sin
duda alguna nos gana terreno. Pero los
artistas tenemos el poder de hermanar los pueblos por medio de nuestro arte y manifestaciones
culturales, basados en la armonía y la creatividad, individual y colectiva de nuestras
sociedades democráticas y civilistas, según nuestro contexto histórico.
La
lucha por la hermandad en el arte ya sea la poesía, la danza, el teatro, la música,
nunca ha cesado ni cesará, a pesar de las contradicciones y políticas de
dominio expansivo de muchos imperios y dictaduras existentes en nuestra historia.
La
manifestación de la naturaleza en su esplendor, por otra parte, nos muestra la
vida en su mejor forma: renaciente, esplendida y perfeccionista. Nos hemos
comido gran parte de su regalo, embocados sin control, hasta casi nuestra
propia extinción.
No
sería justo por parte de nuestra humanidad abandonarle, por ocaso de nuestra
propia violencia e incomprensión, de arrebatarnos unos a los otros de nuestras
culturas de conservación con el llamado decir del odio, por otros pueblos que
piensan diferente o sufren ya de por si el arrebato de su libertad.
¿Podremos
encausar a nuestra humanidad en el dulce sueño de NO a la guerra? ¿Lograremos
trazar verdaderos puentes de armonía? O despertaremos algún día sin el paraíso
del Adán roto; y los heridos seguiremos disparando poseía hasta agotar nuestra
existencia y morir desangrados o de pena, de no haber concertado nuestro gran
sueño del amor y esperanzas.
Las
luchas, los sacrificios, la voluntad; las voluntades por la conservación de los
espíritus de los artistas llamados a mejorar la vida de nuestros protagonistas,
primordialmente el eco y la denuncia de los desesperados y desaparecidos.
Por
otra parte, el amor sin razón no existe hay que darle una razón, el desmesurado
verso, el discurso y el temor de habernos fallado a nosotros mismos en nuestro
afán para alcanzar nuestro idealismo.
Rivalidades
poéticas: entre los poetas no se muestra…, no hay mejor, no hay peores,
escribir poesía es un sueño total, un humanismo, un interminable adolescente,
un adolecido, y no se deja de alardear para el papel y el emprendedurismo. ¡Basta
la locura!, no se termina de descifrar, de construir en los sentimientos; la
poesía salva, concuerda con el soñador, con la razón hasta el despertar la
conciencia colectiva e individual del amor. ¡Ahí estamos! y estaremos los soñolientos,
persistentes y ambiguos atesorando riquezas en el sagrado espíritu de la paz,
muchas veces escondido, atrincherados, protestante, revolucionario, pero por
siempre adolecido el poeta.
Aspectos sociales en poesía
Cincuenta
páginas reúnen en Palabra Fósil los aspectos sociales del individuo, y el ser
socializado, y violentado en índole primitivo, la violencia doméstica y el ser místico
son los lugares antiguos de veneración en mi poesía; los monolitos, la selva,
las quebradas, la muerte sobre el ser, la reivindicación de los versos sobre la
violencia y paseos por el agreste personaje mencionado por la historia de los
hombres en la antigüedad y la lucha por el liderazgo.
Entonces
encontramos el secuestro sin encontrar los secuestrados, los oficios
investigativos individualizados en ambiguas sociedades: como decir que flota
una piel en la quebrada da ritmo que sucede la tragedia, el dolor, el ataque y
el derrumbamiento de las torres. Con aspectos casi científicos mi poesía es
como mi país, y cosecha el paraíso natural de la vida y la muerte, con un ocaso
y composición del alma social también de índole moderno con las enfermedades de
una sociedad muy antigua, que no ha logrado encontrar su equilibrio adecuado
entre otros.
De
mi parte salen los quebrantos del “deshumanismo”, el descontrol, pero también
los más antiguos, como el amor y el desamor.
Amar
a la mujer, al anciano, al niño, con generalidades de igualdad y respeto.
Las
islas por otra parte, las costas inexploradas y el impulso de Adán de lanzarse al
libertino pirata, errante e improvisador del mundo de la irracionalidad,
cautiva mi mundo poético, así como el pueblo de un pequeño chico soñador y
escandaloso, mundo de doce kilómetros cuadrados.
De la prehistoria al modernismo.
Suelo
decir que los fósiles son el primer lenguaje impreso de la vida, descubierto
por los paleontólogos, la historia del planeta y la vida se lee en eras, en
capas. Ciento cincuenta años metidos en esta concha, el mayor de los viejos
versos esconde el árbol de las cabezas reducidas; como si fuera la tortuga mítica
de Galápagos y da su forma su fuerza y su delicadeza, el espanto social adolecido.
Voy
a la relación de pareja sin descubrir o dejar en peligro la musa, de ella la
dueña de la casa, de mi costado de Adán a la contabilidad de mis dedos, mi sexo,
mi entorno sin su alcoba; para ella la intimidad y los aventureros por
naturaleza, nacidos para amar y por amor a la bohemia.
Es
el descubrimiento de un nuevo mundo mi medio de salvación el nuevo ser interior
y parte de mi poesía, vista como Dios.
Vuelvo
a respirar como ser interior en el espejo que refleja lo desconocido, el ambulante
el callejero, el “serenatero”, el noctámbulo “Míster Burgués”, que lleva su
alma preferida bajo su brazo, como lleva la musa a su hogar.
Igual
despido de mi inconciencia la vana poesía, encontrando el conquistador de
nuevos mundos, no industriales, mundos perecederos de las antiguas ciudades de
piedras: un monolito de Ankor se eleva en presencia de la musa sin haber
escuchado la poesía en civilizaciones antiguas.
Trae
la vida de mi futuro hacia ella.
¡Válgame
Dios mi madre selva!
¡Válgame
Dios mi poesía!
Sin
vacilación en todo tiempo y estación.
La versión extraordinaria del ser
humano como conservacionista.
Han
desaparecido, en gran parte el legado de nuestros antepasados, la sabiduría en
el entorno del cosmos, ellos nos han marcado el camino a seguir, guiándonos
hacia las estrellas, la humanidad a ciegas y en el oscurantismo tecnológico,
que nos acerca a las informaciones y las desinformaciones.
Aprovechemos este
recurso para seguir avanzando sobre tierra fértil, llevando justicia, equidad,
bonanza, a los desposeídos y poder darles a los receptores la capacidad de
informarse y valorar nuestra nueva información y desalojaremos los poblados de
la violencia y sobre todo la ignorancia. Decir paz, es mejor que decir odio,
nada cuesta, sin el emprendimiento y racionalidad de los verdaderos recursos
como la educación necesaria, es decir prácticamente eso ayudaría al mundo.
Poesía,
poesía, en manos de los soñadores, en el sueño atractivo de un pequeño istmo,
centroamericano.
¿Estará
el remedio en la integración; y sin vivir la perdida?
La
emigración no me ha tocado aún, mas no se sabe que me ha de deparar la
literatura, pues lamentos en Honduras, lamentos en el mundo entero. Yo vengo de
un país con una historia de pacifistas, libertades que ahí tocaran puertas,
narramos, cantamos, renacemos, tocando las puertas del cielo, cada día;
acostumbrado a mirar un mundo tan pequeño que cuesta descifrar, suena
fantasioso e incrédulo, para los países armados. La similitud entre mi paraíso
poético y los sueños de una sociedad que no se brinda a la guerra, nos deja a
la expectativa de aquellos países sin futuro alguno y en guerra.
Disparos
y disparates envueltos en mi poesía.
Descubrí
en nuestra pequeña comunidad que aquel que aprende de los talleres y los
oficios, adquiere dinamismo poético y sino devuelve lo que la comunidad le ha
brindado lo más que merece es un medio premio.
De
mi parte tengo colegas que son inolvidables, cantores, eruditos, filántropos,
talentos conservacionistas; y ellos tienen de mi poesía, por mi parte, mi
completo humanismo; pero si uno de todos o el que más favorecido nos dice que
no ha sido favorecido entre nosotros no merece el dictamen en mi poesía. El ser
agreste despachador, por ejemplo, que no se nutre de los industrialistas persuasivos,
y se nutre de términos mediocres, está tratando a nuestra sociedad con despectivo
y singular sustantivo.
Creo
que existen dos tipos de personas en la vida, los que ayudan y aportan con mérito
propio; y los que traicionan, por el fin y al cabo la verdad prevalecerá el
talento sistemático, se verá por desgracia también afectado. Si alguno engullirá
más que otro, solo será hijo de la nada, y se verá desposeído de los hermanos
de la bohemia.
Mi
objeción por los hijos de la poesía, buena o mala, no es exterminar con las
palabras del maestro.
Salir
de la bobada, atenuar, remar, como si fuera el arte culinario, cocinar los
poemas, tantos míos o ajenos y digerirlos. Avante sobre el momento el verso, la
parrilla que no quede expectativa, el preámbulo, ni hambruna poética. Los pequeños
se hacen grandes, llegaré, llegaremos a los desconocidos; no interesa, sino es
el oráculo de la hermandad y los sueños de pertenecer a los principios
superiores del odio y la pobreza.